David deseaba conocer a Dios por encima de cualquier otra cosa. Usó palabras como anhelar, ansiar, tener sed, tener hambre. "Una cosa he demandado al Señor, ésta buscaré: que esté yo en la casa del Señor todos los días de mi vida...." . Y en otro lugar dijo: " Tu amor es mejor que la vida..." El deseo de Jacob fué tan intenso que luchó con Dios toda la noche diciendo: " ¡No te soltaré hasta que me bendigas!..."Y lo más fascinante es que Dios, que es Todopoderoso, dejó ganar a Jacob. ¿Por qué? Porque la lucha requiere contacto personal y nos acerca a Dios. Pablo fue otro apasionado de su amistad con Dios "Quiero conocerlo a Él ...hasta llegar a ser semejante a Él..."
Tal vez digas: "Me gustaría tener una relación más estrecha con Dios, pero estoy tan ocupado..." La verdad es que estarás tan cerca de Dios como te lo propongas o te disciplines a conseguirlo. Ser amigo de Dios debería llegar a ser tu pasión , procurándolo deliberadamente. Para ello tendrás que responder a preguntas como: '¿Valoro su amistad , más que cualquier otra cosa? ¿Merece la pena dejar otras cosas por eso? ¿Merece la pena crear hábitos que me ayuden a conseguirlo?¿ Estoy dispuesto a decir: 'Señor, quiero conocerte, por encima de todo?'. La respuesta de Dios ante tal declaración siempre ha sido: "Me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Seré hallado por vosotros...".
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