domingo, 19 de abril de 2020

Alabar en los comienzos de cualquier empresa

                                             Leemos: "Cuando los albañiles del templo del Señor echaron los cimientos...todo el pueblo aclamaba con gran júbilo y alababa al Señor." ¿Por qué alabar a Dios en los comienzos de algo? Primero, porque la alabanza es un acto  de fe cuyo mensaje es : "Dios Tú acabarás lo que comenzaste. Gracias por enseñarme tu plan , porque tus planes siempre prevalecen. Algunos piensan
que no lo lograré pero contigo a mi lado, acabaré la tarea. No hago esto para mí mismo sino para tí y contigo.' Segundo, porque la alabanza te fortalece. Nehemías dijo a los trabajadores del muro: "...el gozo del Señor es vuestra fortaleza" . Si pierdes el gozo pierdes la fortaleza. Y si pierdes ésta, perderás el poder de vencer al enemigo y serás derrotado. Pero si alabas a Dios aunque lo único que tengas delante sea algo muy incipiente, su gozo te dará energía y te resultará más fácil llevar a cabo el cometido. Si sólo alabas a Dios cuando no hay dificultades o todo va sobre ruedas, entonces no lo harás muchas veces, ni tendrás gozo ni fortaleza.Tercero, porque la alabanza cambia la atmósfera en que te mueves. Imagínate la escena: carretillas hormigoneras, un muro a medio construir y cientos de trabajadores proclamando en voz alta las alabanzas de Dios. Lo mismo ocurre cuando escuchas un cedé de música cristiana o sintonizas una emisora cristiana; seguro que no se disipan tus problemas, pero si cambia tu percepción de los mismos. En resumen, cuando alabas a Dios en los comienzos de cualquier empresa, trabajarás mejor y la llevarás a su término.  

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