Si observamos a los dos discípulos del Camino de Emaús, aprendemos algo de cómo Dios nos habla y guía. Éstos creían que con la muerte de Jesús, el movimiento que Él había comenzado había muerto también. Temerosos y desilusionados, se habían despedido y se volvían a casa.
Y entonces se les aparece Jesús. ¿Cómo nos revela el Señor su voluntad? Es probable que te sorprenda la simplicidad del proceso. Primero a través de otros. El primer error de los dos caminantes fue no tomar en serio las palabras de algunos compañeros: "Nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las cuales antes del día fueron al sepulcro; como no hallaron su cuerpo, volvieron diciendo...Él vive"
Dios sigue hablando por medio de ciertas personas. Por eso debes asistir a la iglesia regularmente y entablar amistades edificantes. Segundo: a través de la Escritura."...Comenzando desde Moisés y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de Él decían" Su segundo error fue no prestar atención a la Palabra de Dios u hacer caso, en cambio que a sus temores. ¿Estás haciendo lo mismo? Dios sigue hablando por su Palabra; las respuestas que necesitas están en la Biblia. Tercero: por medio del deseo de tu corazón. "Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras (Jesús) nos hablaba...? Dios nos revela su voluntad dándonos un deseo ardiente. ¿Qué es lo que arde en tu corazón? ¿Trabajar con los solteros? ¿en los barrios pobres? ¿en las naciones no cristianas? ¿con huérfanos olvidados? Sea lo que sea, ¡haza caso a ese fuego interno!.
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