domingo, 12 de abril de 2020

Envejecer (3)

                                            Para envejecer con gracia, tienes que ser flexible. Dice la Biblia: "Si las nubes están llenas de agua, sobre la tierra la derramarán...El que al viento observa, no sembrará, y el que a las nubes mira, no segará" Hay ciertas cosas inevitables en la vida. Las nubes llevan agua, los árboles se caen con las tormentas. Así como sucede con  el clima, habrá circunstancias igualmente, que no puedas controlar. Una vida sin riesgos es una falacia; toda empresa conlleva riesgo: "El que haga un hoyo caerá en él, Quien corta piedras, se hiere con ellas; y el que parte leña, en ello peligra" Tal vez digas:
A mi edad, mejor ir a lo seguro y no correr  riesgo. Pero si no te arriesgas a nada, te perderás lo que Dios tiene para tí.
                                              Entonces, ¿cómo puedes disfrutar de los últimos años de tu vida? No esquives todo, sino más bien haz ajustes, adáptate y avanza. Pero sé práctico y tómate las cosas con calma. Sin duda vas a tardar más en hacer las cosas que cuando eras joven, porque tendrás menos energías y harás pausas más frecuentes; sin embargo, si estás jubilado tienes la ventaja de disponer de más tiempo y de andar menos apresurado que antes. Ralentiza la marcha y aprovecha esta oportunidad para hacer algo que no hiciste antes. Rubinstein deslumbró como pianista y maravillaba a las audiencias con más de ochenta años. Gladstone llegó a ser Primer MInistro de Gran Bretaña por cuarta vez a los 83 años. John Wesley predicaba a diario a la edad de 88 años. Moisés dirigió al pueblo de Israela los 120. Caleb lideró a sus tropas a luchar contra un ejército a los 80, ¡y ganó! Dos tercios de las mejores obras de arte del mundo han sido realizadas por personas de más de 65 años. No dejes, pues, que ni la lluvia, ni un árbol que cae ni un posible riesgo te detengan.

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