jueves, 30 de abril de 2020

Hazte amigo de Dios (4)

                                               Otro paso en la amistad con Dios es decidir ser franco con Él. Dios no espera que seas perfecto, pero si que seas transparente. Si la perfección fuera un requisito, entonces ninguno de nosotros lo cumpliría.En la Biblia los amigos de Dios reconocieron sus sentimientos--a veces hasta se quejaban ante Él o protestaban-- y sin embargo Dios no le molestaba eso, sino al contrario, promovía esa actitud. Dios escuchó con paciencia las acusaciones de David de que era injusto, y de lo que había traicionado y abandonado. Tampoco le tapó la boca a Jeremías por sostener que Dios le había engañado. Job pudo dar rienda suelta a su amargura, y sin embargo Dios lo defendió por su franqueza; reprendiendo al mismo tiempo a sus amigos por fingir: "...No habéis hablado de mí lo recto, como mi siervo Job...Mi siervo Job orará por vosotros y yo de cierto lo atenderé...".
                                                  Para ser amigo de Dios tienes que expresarle lo que sientes de verdad, no lo que crees que deberías sentir o decir. Hasta que no entiendas que Dios usa todo para bien en nuestras vidas, albergarás resentimiento hacia Él por tu apariencia externa, o por tu nacionalidad, tu trasfondo económico, tus oraciones no contestadas, tus heridas del pasado o las cosas que cambiarías si fueras Dios. El primer paso para la restauración espiritual es ser franco con el Señor respecto a tus emociones y manifestarle donde estás resentido. Anímate, sabiendo que los amigos más íntimos de Dios eran hombres  como nosotros, pero en lugar de disfrazar sus sentimientos con clichés piadosos, lo expresaron con transparencia   . Porque tal transparencia te conducirá a la sanidad y a una mayor intimidad con Él.    

No hay comentarios:

Publicar un comentario